1. ¿Qué es la artritis psoriásica?
La artritis psoriásica (APs) es una enfermedad inflamatoria crónica que padece entre el 0,05 y el 25% de la población general, y entre el 6 y el 41% de los pacientes con psoriasis.
La APs, como enfermedad autoinmune compleja, evoluciona irregularmente a lo largo de la vida, con épocas de inactividad y épocas de inflamación y dolor.
Es importante destacar que la gravedad de la APs no tiene relación con la extensión de la lesión de la piel, en el caso de los pacientes que presentan psoriasis.
El curso de la APs es variable. La mayoría de las personas son capaces de llevar una vida normal. Sin embargo, algunas tienen dolor crónico de las articulaciones y no pueden utilizar las articulaciones afectadas por la artritis.
La presencia constante de calor e hinchazón en la membrana que recubre la articulación, llamada sinovial, puede producir daño y deformidad en dicha articulación.
El diagnóstico precoz de la APs es fundamental para realizar una intervención temprana en el paciente, modificar el curso natural de la enfermedad y evitar así posibles daños estructurales irreversibles desencadenados por el proceso inflamatorio. Los médicos que diagnostican y tratan la APs son los dermatólogos y los reumatólogos, que trabajarán de forma coordinada para un mejor abordaje de su enfermedad.
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Clasificaciones
Diferentes presentaciones de la APs
La forma de manifestarse es diferente para cada individuo, habiéndose establecido cinco formas:
ARTRITIS OLIGOARTICULAR. Habitualmente las primeras articulaciones en afectarse son las de los dedos de manos y pies en forma de artritis, que puede acompañarse de inflamación dando lugar a los típicos dedos en salchicha (dactilitis).
POLIARTITIS SIMÉTRICA: Recientemente ha pasado a considerarse el tipo de patrón articular más frecuente.
- Afecta manos, muñecas, caderas y pies.
- Puede distinguirse de la artritis reumatoide (AR) por la afectación de articulaciones interfalángicas distales con relativa asimetría, ausencia de nódulos cutáneos y FR negativo, aunque el patrón puede ser indistinguible de una AR.
AFECTACIÓN DE INTERFALÁNGICAS DISTALES. Es característico de la APs, aunque solo aparece en el 5–10% de los casos, principalmente en los hombres.
ARTRITIS MUTILANTE. Aunque es muy rara, es destructiva y deformante. Este patrón de afectación articular de la APs es más frecuente en hombres que en mujeres y en formas de aparición temprana.
ESPONDILITIS CON O SIN SACROILEÍTIS. Artritis que afecta a la columna y articulaciones de la pelvis o sacroilíacas.
- Se produce en el 5% de los pacientes con APs con predominio en hombres.
- La presencia de espondilitis, sacroileítis o ambas puede darse simultáneamente con cualquiera de las formas anteriormente descritas.
Tipo de inflamación
ARTRITIS PERIFÉRICA
Signos y síntomas:
- Rigidez matutina ≥ 30 min.
- Hinchazón articular
- Dolor que mejora con la actividad y empeora con el reposo
- Movilidad limitada
ARTRITIS AXIAL
Signos y síntomas:
- Dolor crónico lumbar
- Dolor crónico en gluteos, caderas y detrás de los muslos
- Rigidez matutina
- Movilidad y flexibilidad limitadas
DACTILITIS
Signos y síntomas:
- Hinchazón
- Calor
- Eritema
- Sensibilidad en el punto de inflamación
- Movilidad reducida
- Dedos en “salchicha”
ENTESITIS
Signos y síntomas:
- Dolor junto a la articulación
- Hinchazón en el punto del dolor
- Limitaciones funcionales
- Anamnesis de la fascitis plantar
- Dolor en la entesis (tendón de Aquiles, fascia plantar, tendón del cuadriceps, ligamento rotuliano, cresta ilíaca
- Más frecuente en las extremidades inferiores que en las superiores
Clasificación de la APs según la zona afectada
La APs se clasifica según la zona afectada porque son diferentes clínica y genéticamente:
LA COLUMNA VERTEBRAL (APs AXIAL). Las formas más evolucionadas como espondilitis anquilosante pueden llevar a la rigidez y pérdida de movilidad.
LAS EXTREMIDADES (APs PERIFÉRICA)
FORMA MIXTA. Aproximadamente un tercio de los pacientes presentan una combinación de ambas formas.
2. ¿Cómo se diagnostica?
Examen físico y preguntas
Para saber si tiene artritis psoriásica, su médico le interrogará sobre sus síntomas y realizará un reconocimiento físico para buscar articulaciones y tendones que puedan estar inflamados, con dolor o limitación al movilizarlas, en especial en algunas localizaciones que son más típicas como las articulaciones de los dedos de manos y de pies.
También investigará si existen lesiones típicas de la psoriasis en la piel y en las uñas.
Pruebas diagnósticas
Es muy probable que también solicite alguna de las siguientes pruebas:
PRUEBAS DE IMAGEN. Especialmente radiografías para buscar daño en las articulaciones y huesos. En ocasiones, si se precisa estudiar las articulaciones con más detalle, se utilizan otras pruebas como la resonancia magnética (RM), la tomografía axial computarizada (TAC) o la ecografía.
ANÁLISIS DE SANGRE. Son muy útiles al inicio de la enfermedad para descartar otros tipos de artritis que tienen signos y síntomas similares, incluyendo la gota, la artrosis y la artritis reumatoide.
En los análisis se encuentran pocos datos anormales, destacando alteraciones inespecíficas de la inflamación: la velocidad de sedimentación globular (VSG), la proteína C reactiva (PCR) y otras, están ligeramente elevadas. Puede haber una ligera anemia, mientras que el nivel de ácido úrico en sangre puede estar alto. El factor reumatoide (FR) y los anticuerpos anti-péptidos cíclicos citrulinados, característicos de la artritis reumatoide, son negativos.
En algunos pacientes en los que las lesiones cutáneas no están claras, se necesita una biopsia de piel para confirmar la psoriasis. También en ocasiones será necesario realizar pruebas tras extraer el líquido de las articulaciones inflamadas, para descartar otras enfermedades como la gota o la artritis infecciosa.
3. ¿Es una enfermedad frecuente?
Casi un tercio de los pacientes con psoriasis tienen artritis.
Según el estudio EPISER 2016 (Estudio de prevalencia de las enfermedades reumáticas en población adulta en España), en nuestro país hay en torno a 215.000 personas con artritis psoriásica.
¿Cómo se presenta?
Aproximadamente en el 70% de los casos de artritis psoriásica la afectación cutánea precede a la aparición de síntomas musculoesqueléticos, mientras que estos son el primer síntoma de la enfermedad en el 15% de los casos, produciéndose ambos simultáneamente en otro 15%.
Puesto que en un alto porcentaje de pacientes la psoriasis precede a la artritis el dermatólogo tiene un papel fundamental a la hora de detectar los síntomas articulares para remitir al paciente al reumatólogo lo antes posible.
4. ¿Por qué se produce?
La artritis psoriásica es una enfermedad autoinmune y aparece cuando el sistema inmunitario comienza a atacar células y tejidos sanos. La respuesta inmunitaria anormal causa inflamación en las articulaciones, así como la sobreproducción de células de la piel.
No está del todo claro por qué el sistema inmunitario ataca los tejidos sanos, pero parece probable que intervengan tanto los factores genéticos como los ambientales.
Muchas personas con artritis psoriásica tienen antecedentes familiares de psoriasis o artritis psoriásica. Los investigadores han descubierto ciertos marcadores genéticos que parecen estar asociados con la artritis psoriásica.
Un traumatismo físico o algo en el ambiente, como una infección viral o bacteriana, puede desencadenar artritis psoriásica en personas con una tendencia hereditaria.
Factores de riesgo
Varios factores pueden aumentar el riesgo de artritis psoriásica, incluidos los siguientes:
- PSORIASIS. Tener psoriasis es el factor de riesgo más importante para sufrir artritis psoriásica. Las personas que tienen las uñas deformadas y con hoyos son especialmente propensas a sufrir artritis psoriásica.
- HISTORIA FAMILIAR. Muchas personas con artritis psoriásica tienen un padre o un hermano con la enfermedad.
- EDAD. Aunque cualquier persona puede sufrir artritis psoriásica, esta ocurre con más frecuencia en adultos entre los 30 y 50 años de edad.
Algunos factores pueden empeorar el curso de la enfermedad como el tabaquismo
El consumo de tabaco es un factor muy conocido que perjudica a la salud, pero en el caso de los pacientes con psoriasis o con artritis psoriásica recientemente se ha confirmado que el tabaco, además de incrementar de forma importante el riesgo de dañar las arterias del cuerpo (arteriosclerosis), también favorece que la enfermedad sea más grave y difícil de tratar.
5. Formas de manifestación y síntomas
Una de las características de la artritis psoriásica (APs) es la gran variedad de síntomas y manifestaciones con las que se puede presentar. Cuando se inician los síntomas es fácil confundirla con otras enfermedades articulares, sobre todo si no han aparecido las lesiones cutáneas.
La APs se puede presentar de las siguientes formas:
A nivel de la piel
PSORIASIS
- Manchas secas y escamosas de color plateado o gris que se pelan de la piel, y que pueden aparecer en el cuero cabelludo, en los codos, en las rodillas y/o en el extremo inferior de la espina dorsal.
- Lesiones en las uñas de los dedos de las manos y/o de los pies, con aparición de pequeños hoyitos en su superficie, aparición de manchas o desprendimiento de las uñas.
A nivel articular
ARTRITIS EN EXTREMIDADES
Se produce en más de la mitad de los pacientes con artritis psoriásica. Se caracteriza por dolor, calor, enrojecimiento, rigidez e incapacidad de movilizar la articulación. La artritis puede empezar por una articulación, pero es frecuente que al cabo del tiempo se extienda a otras articulaciones, generalmente de forma asimétrica. Cualquier articulación puede estar afectada, pero es más frecuente en rodillas, tobillos, codos, muñecas, y en las articulaciones de los dedos de las manos. A los síntomas articulares se puede asociar en ocasiones cansancio, fiebre y mal estado general.
LUMBALGIA INFLAMATORIA
Se produce cuando la inflamación articular tiene lugar en la columna vertebral (5-40% pacientes). la lumbalgia inflamatoria de la artritis psoriásica persiste estando el paciente acostado, a diferencia de otras lumbalgias que suelen ceder en menos de 10 días y mejoran con el reposo.
DEDO EN “SALCHICHA”
En muchos pacientes es característico que se produzca una inflamación muy intensa de uno o varios dedos de los pies o de las manos, como si se hubiera dado un golpe muy fuerte. Es lo que se denomina “dedo en salchicha” o dactilitis. Esta inflamación es tan aparatosa porque además de la artritis se produce también inflamación de los tendones y ligamentos vecinos a esta articulación.
DOLOR E HINCHAZÓN DE LOS TENDONES (ENTESITIS)
El dolor y los principales síntomas, en lugar de en la propia articulación, se manifiestan en los tendones o en las entesis, que son las zonas del tendón que se fijan al hueso.
Los tendones y entesis son muy numerosos y están distribuidos cercanos a las
articulaciones de todo el cuerpo.
Los sitios más típicos que causan dolor son los tendones en la cara anterior de la rodilla, en el talón y tendón de Aquiles, en los codos o las muñecas.
Otras afectaciones
- La APs es una enfermedad reumática sistémica, lo que significa que también puede causar inflamación en otros tejidos del cuerpo lejos de las articulaciones y de la piel, por ejemplo, en los ojos, el corazón, los pulmones y los riñones.
- En un brote inflamatorio es frecuente que se asocie cansancio, fatiga, e incluso fiebre si la inflamación de las articulaciones es muy aguda.
Estados de ánimo:
El impacto psicológico o emocional de la psoriasis varía mucho de unas personas a otras.
La psoriasis, por afectar a la piel, es una enfermedad visible que a menudo provoca rechazo social y, si además existe dolor y limitaciones por los problemas articulares, su impacto psicológico es aún mayor ocasionando una importante repercusión en la vida personal, familiar, laboral y social del paciente e incidiendo de forma negativa en su calidad de vida. Los efectos emocionales de la enfermedad en estados graves pueden provocar que el paciente caiga en una profunda depresión, se aísle de sus familiares, amigos o compañeros o sufra ataques de ansiedad.
Además, la afectación psicológica favorece que los pacientes con psoriasis fumen y beban más, con las repercusiones negativas que esto tiene para su salud y el curso de su enfermedad.
No se aísle y salga con sus amigos y familiares:
- Busque el apoyo de sus seres queridos.
- También puede apuntarse a una asociación de pacientes. Compartir las dificultades con otros pacientes es de gran apoyo psicológico y es la mejor manera de estar informado.