Lupus y mujer

1. Métodos anticonceptivos

El control de la natalidad es esencial cuando la enfermedad está activa.

El uso de “la píldora” ha sido relacionado con la aparición de algunos brotes de la enfermedad. Por este motivo, se aconseja realizar una estrecha vigilancia médica para la toma de anticonceptivo.

La implantación de un DIU no es una mala medida. Cabe destacar que algunos médicos lo desaconsejan debido a la mayor propensión al riesgo de infecciones.

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Finalmente, la combinación de preservativos y cremas que aumentan la
barrera física a los espermatozoides siguen contándose entre los métodos
anticonceptivos preferidos.

2. Embarazo

No existe una razón absoluta por la que una mujer con lupus no deba quedarse embarazada, a menos que tenga algún órgano con un daño moderado-severo porque correría un alto riesgo (por ejemplo, el sistema nervioso central, riñones, corazón o pulmones).

Sí ha de saber que existe un riesgo de que la enfermedad empeore durante o inmediatamente después del embarazo. También hay una mayor probabilidad de sufrir un aborto espontáneo en la primera o última etapa del embarazo, o un parto prematuro. Afortunadamente, con una planificación cuidadosa muchas mujeres con lupus pueden tener embarazos normales y bebés sanos.

Una situación que puede afectar a la fertilidad es el uso previo de algunos medicamentos o en el caso de que la paciente presente el síndrome antifosfolípido El síndrome antifosfolípido (SAFL) es un trastorno autoinmunitario que involucra coágulos de sangre frecuentes (trombosis). Cuando se padece esta afección, el sistema inmunitario produce proteínas anormales que atacan a las células sanguíneas y al recubrimiento de los vasos sanguíneos. La presencia de estos anticuerpos puede ocasionar problemas con el flujo de sangre y llevar a que se presenten coágulos peligrosos en los vasos sanguíneos por todo el cuerpo ya que se aconseja estrechar la vigilancia.