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ARTRITIS
PSORIÁSICA

¿Qué es la Artritis Psoriásica?

La artritis psoriásica (APs) es una enfermedad crónica autoinmune, que aparece cuando el sistema inmunitario comienza a atacar células y tejidos sanos, causando inflamación en las articulaciones y sobreproducción de células de la piel.

 

Actualmente se tiende utilizar el concepto “enfermedad psoriásica” para hablar de manera global de la psoriasis y todos los dominios que puede afectar. La piel es el más frecuente y visible, pero puede afectar las articulaciones en forma de artritis, el aparato digestivo en forma de enfermedad inflamatoria intestinal y afectación grasa del hígado entre otros.

 

Puede aparecer antes, a la vez o después que la psoriasis.

 

Tiene una evolución irregular a lo largo de la vida, con épocas de inactividad y épocas de inflamación y dolor. Su gravedad no tiene relación con la extensión de la lesión de la piel en los pacientes que presentan psoriasis.

La prevalencia de la artritis psoriásica es del 0,58%, y aproximadamente un 20%-30% de los pacientes con psoriasis la desarrollará en algún momento de su vida.

 

Aunque la mayoría de las personas son capaces de llevar una vida normal, algunas tienen dolor crónico de las articulaciones y no pueden utilizar las articulaciones afectadas por la artritis.

 

La presencia constante de calor e hinchazón en la membrana que recubre la articulación, llamada membrana sinovial, puede producir daño y deformidad en esta articulación.

 

Los médicos encargados del diagnóstico y tratamiento de la APs son los dermatólogos y los reumatólogos o internistas, que trabajarán de forma coordinada para un mejor abordaje de su enfermedad.

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Cómo se clasifica

La artritis psoriásica puede presentarse con múltiples patrones articulares diferentes: 

Artritis oligoarticular asimétrica, que afecta a unas pocas articulaciones de las extremidades. Es la forma más frecuente.

 

Artritis que afecta principalmente a las interfalángicas distales de las manos.

 

Artritis simétrica similar a la presente en la artritis reumatoide.

 

Artritis mutilante, que es muy rara aunque destructiva y deformante.

 

Artritis que afecta a la columna y articulaciones de la pelvis o sacroilíacas de forma similar a la espondilitis anquilosante.

 

Artritis entesitis (inflamación de la zona de transición que se encuentra entre dos partes como tendones, músculos o huesos)

Frecuencia de la enfermedad

1/3 de pacientes

con psoriasis tiene artirtis

215.000 personas

en España con artritis psoriásica*

30-50 años

es más frecuente la artirtis psoriásica

1/3 de pacientes

con psoriasis tiene artirtis

215.000 personas

en España con artritis psoriásica*

30-50 años

es más frecuente la artirtis psoriásica

70% casos

la afectación cutánea es el primer síntoma

15% casos

los síntomas musculoesqueléticos son el primer síntoma

15% casos

se producen afectación cutánea + síntomas musculoesqueléticos 

70% casos

la afectación cutánea es el primer síntoma

15% casos

los síntomas musculoesqueléticos son el primer síntoma

15% casos

se producen afectación cutánea + síntomas musculoesqueléticos 

*Puesto que en un alto porcentaje de pacientes la psoriasis precede a la artritis, el dermatólogo tiene un papel fundamental a la hora de detectar los síntomas articulares y remitir al paciente al reumatólogo lo antes posible.

Causas

Aunque se desconoce por qué el sistema inmunitario ataca los tejidos sanos, parece probable que intervengan tanto los factores genéticos como los ambientales.


Así, muchas personas con artritis psoriásica tienen antecedentes familiares de psoriasis o artritis psoriásica. Además, un traumatismo físico o algo en el ambiente, como una infección viral o bacteriana, puede desencadenar artritis psoriásica en personas con una tendencia hereditaria.

Factores de riesgo

Varios factores pueden aumentar el riesgo de artritis psoriásica:

Psoriasis

Historia familiar

Edad

Algunos factores pueden empeorar el curso de la enfermedad como el tabaquismo.

IMPORTANTE

En pacientes con psoriasis o con artritis psoriásica, el consumo de tabaco, además de incrementar notablemente el riesgo de dañar las arterias del cuerpo (arteriosclerosis), también favorece que la enfermedad sea más grave y difícil de tratar.

Principales síntomas

Una de las características de la artritis psoriásica (APs) es la gran variedad de síntomas y manifestaciones con las que se puede presentar. Por ello, cuando se inician los síntomas es fácil confundirla con otras enfermedades articulares, sobre todo si no han aparecido las lesiones cutáneas.

 

La APs se puede presentar de las siguientes formas:

A nivel de piel:

  • Manchas secas y escamosas de color plateado o gris que se pelan de la piel. Pueden aparecer en el cuero cabelludo, en los codos, en las rodillas y/o en el extremo inferior de la espina dorsal.
  • Lesiones en las uñas de los dedos de las manos y/o de los pies, con aparición de pequeños hoyitos en su superficie, aparición de manchas o desprendimiento de las uñas.

A nivel articular: 

Se produce en más de la mitad de los pacientes con artritis psoriásica. Se caracteriza por dolor, calor, enrojecimiento, rigidez e incapacidad de movilizar la articulación.
La artritis puede empezar por una articulación, pero es frecuente que al cabo del tiempo se extienda a otras articulaciones, generalmente de forma asimétrica. Cualquier articulación puede estar afectada, pero es más frecuente en rodillas, tobillos, codos, muñecas, y en las articulaciones de los dedos de las manos. A menudo, los síntomas articulares pueden ir asociados a cansancio, fiebre y malestar general.

Aparece inflamación articular  en la columna vertebral.  La lumbalgia inflamatoria de la artritis psoriásica persiste estando el paciente acostado, a diferencia de otras lumbalgias que suelen ceder en menos de 10 días y mejoran con el reposo.

En muchos pacientes es característica una inflamación muy intensa de uno o varios dedos de los pies o de las manos, como si se hubiera dado un golpe muy fuerte. Es lo que se denomina “dedo en salchicha” o dactilitis. Esta inflamación es tan aparatosa porque además de la artritis se produce también inflamación de los tendones y ligamentos vecinos a esta articulación.

El dolor y los principales síntomas se manifiestan en los tendones o en las entesis, que son las zonas del tendón que se fijan al hueso.
Los tendones y entesis son muy numerosos y están distribuidos cercanos a las articulaciones de todo el cuerpo.
Los sitios más típicos que causan dolor son los tendones en la cara anterior de la rodilla, en el talón y tendón de Aquiles, en los codos o las muñecas.

  • También puede causar inflamación en otros tejidos del cuerpo lejos de las articulaciones y de la piel. Por ejemplo, en ojos, corazón, pulmones y riñones.
  • En un brote inflamatorio es frecuente que se asocie cansancio, fatiga e incluso fiebre, si la inflamación de las articulaciones es muy aguda.

El impacto psicológico o emocional de la psoriasis varía mucho de unas personas a otras.
 Tiene una importante repercusión en la vida personal, familiar, laboral y social del paciente e incidiendo de forma negativa en su calidad de vida. Los efectos emocionales de la enfermedad en estados graves pueden provocar que el paciente tenga un estado de ánimo decaído.

Es recomendable buscar el apoyo de los seres queridos, así como conocer la existencia de las asociaciones de pacientes donde es posible compartir las dificultades con otras personas en la misma situación. Puede servir de apoyo psicológico y puede ayudar a mantenerse informado sobre la enfermedad.

Cómo se diagnostica

A la Artritis Psoriáisca se le llama epidemia silenciosa porque no muestra síntomas hasta que hay suficiente pérdida de hueso como para producirse fracturas.

Tratamiento

1. Objetivos del tratamiento y evolución

Reducir el dolor articular y la inflamación

Controlar la psoriasis de la piel

Retrasar o prevenir el daño en las articulaciones

El tratamiento varía en cada paciente, dependiendo de:

 

  • La intensidad y extensión de las articulaciones inflamadas
  • La gravedad de las lesiones cutáneas
  • La aparición de otras manifestaciones causadas por la enfermedad

 

Cada paciente expresa y vive su enfermedad de manera singular, por eso es importante que acuda a su especialista para que valore y consensuen la mejor opción.

2. Tipos de tratamientos farmacológicos

No existe cura definitiva para la artritis psoriásica, pero hay varios tratamientos disponibles que pueden ayudar a controlar sus síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. La elección del tratamiento varía según la gravedad de la enfermedad y las articulaciones afectadas.

 

Uno de los tratamientos más comunes son los medicamentos recetados a los que se llama fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARMEs), que ayudan a disminuir la inflamación, aliviar el dolor y prevenir el daño en las articulaciones.

 

Existen distintos tratamientos y no todos los pacientes responden igual al mismo medicamento, por lo que es habitual que el reumatólogo prescriba de forma secuencial varios hasta encontrar el más eficaz y mejor tolerado.

 

Cuando la enfermedad articular periférica no se controla con uno o varios FARMEs llamados “clásicos” o cuando la afectación de las columnas o las articulaciones sacroilíacas no se controla con dosis plenas de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), se pueden usar agentes biológicos, que actúan sobre componentes específicos del sistema inmunológico para reducir la inflamación y el daño articular.

Recomendaciones generales

Según la ONG Arthritis Foundation, adoptar medidas de autocuidado ayuda a manejar la enfermedad. Si bien existen tratamientos médicos eficaces, gran parte del tratamiento de la AP se centra en el autocuidado para prevenir y tratar los brotes. Algunas de estas medidas de autocuidado son:

Referencias bibliográficas consultadas

 

 

 

 

  • Ogdie A., Weiss P. The epidemiology of psoriatic arthritis. Rheum Dis Clin North Am. 2015;41:545–568

 

  • García-Gavín J, Pérez-Pérez L, Tinazzi I, Vidal D, McGonagle D. Adaptación cultural al español del cuestionario Early Arthritis for Psoriatic Patients. Actas Dermosifiliogr. 2017;108(10):924-930.

 

  • Sociedad Española de Reumatología. Grupo de trabajo ESPOGUIA. Guía de Práctica Clínica para el Tratamiento de la Espondiloartritis Axial y la Artritis Psoriásica. Actualización. Sociedad Española de Reumatología, Madrid. 2017.

 

  • Cañete JD, Daudén E, Quiero R, Aguilar MD, Sánchez-Carazo JL, Carrascosa JM et al. Elaboración mediante el método Delphi de recomendaciones para el manejo coordinado (reumatólogo/ dermatólogo) de la artritis psoriásica. Actas Dermosifiliogr. 2014;105(3):216-232.

 

  • Belinchón, Salgado-Boquete L, López-Ferrer A, Ferrand M, Coto-Segura P, Rivera R et al. El papel del dermatólogo en el diagnóstico precoz de la artritis psoriásica: recomendaciones de un grupo de expertos. Actas Dermosifiliogr. 2020;111(10):835-846.

 

  • López-Ferrer A, Torrente-Segarra V, Puig L. Artritis psoriásica: lo que el dermatólogo debe saber (Parte 1). Actas Dermosifiliogr. 2010;101(7):578–584.

¿Quieres saber más?

Accede a nuestro apartado de recursos donde encontrarás material descargable sobre artritis psoriásica

Psoriasis

Es el factor de riesgo más importante para sufrir artritis psoriásica. Las personas que tienen las uñas deformadas y con hoyos son especialmente propensas a sufrir artritis psoriásica.

Historia familiar

Muchas personas con artritis psoriásica tienen un padre o un hermano con la enfermedad.

Edad

Aunque cualquier persona puede sufrir artritis psoriásica, esta ocurre con más frecuencia en adultos entre los 30 y 50 años de edad.